Señor, te traemos nuestras esperanzas de este Año
Ignaciano que estamos celebrando. Te traemos nuestras esperanzas para nuestras
vidas y para el futuro.
Acompáñanos en este viaje. Acércate a nosotros cuando
estemos en la oscuridad. Ayúdanos a tomar tu mano con humildad. Necesitamos tu
ayuda.
Danos una verdadera alegría en nuestros corazones.
Haz que nunca dejemos de buscar, anhelar y amar.
Danos la valentía de San Ignacio y su sabiduría para
discernir. Danos la creatividad de tantos otros fundadores y fundadoras
ignacianos, que vivieron las necesidades y no dudaron.
Ayúdanos a conocer y amar cada vez más a tu hijo
Jesús.
Te lo pedimos, por intercesión de San Ignacio de
Loyola. Amén.