La humanidad aprendió hace mucho tiempo que podría ejercer cierto
control sobre el espacio. El
dominio sobre las tierras y las aguas, aunque muy reciente en la escala
universal, ya deja impactos indispensables en el planeta. La otra dimensión
importante del universo es el tiempo. El sueño de viajar a través de él,
extenderlo o retirarlo, ahora solo ocurre en la ficción. La falta de dominio del tiempo obliga a la
humanidad a ser precisa en esta relación.
El Sínodo para la
Pan-Amazonía es el hito de esta precisión temporal desde la percepción
del Papa Francisco sobre
los desafíos de la región para la supervivencia del ecosistema y la misión de
la Iglesia frente a la explotación sufrida por las comunidades y sus
territorios. Mauricio López subraya
el entendimiento de que "nuestro
planeta está alcanzando un punto límite de no retorno y no podemos
asegurar nuestra respuesta a los signos del tiempo en kairos, que tiene otro
ritmo, [de la espera, de la confianza], a no ser en la urgencia del
chronos".
Para Mauricio, este proceso ocurre en la región Pan-Amazónica, pero es
bidimensional, es decir, abarca desde la territorialidad amazónica, pero en
vista de las responsabilidades de la Iglesia universal, ya que "es el
propio Papa quien convoca". "Somos perfectamente conscientes de que,
de los posibles cambios concretos que pueden ayudar a servir a esta realidad
[de la Pan-Amazonía], tan llena de vida, pero también de amenazas, luego habrá
implicaciones globales que podrían producirse a partir de estos cambios",
enfatiza Mauricio López, que es miembro del Consejo Pre-sinodal.
El Sínodo Pan-Amazónico traza un movimiento dialéctico de
contradicciones entre lo local y lo universal, que se ve en las críticas y
ataques que el proceso está sufriendo, tanto por el gobierno de
Bolsonaro, como por los sectores conservadores de la Iglesia. Sin embargo,
López es enfático en señalar la necesidad de que la "Iglesia sea periferia".
"La periferia llega al centro para iluminar, purificar, confrontar
fraternalmente y servir como algo que abre nuevas posibilidades que responden a
la realidad urgente y crítica que nos grita hoy en la Amazonía". A través
del proceso de las escuchas sinodales, es desde esta periferia que surgen los
anhelos tanto en la relación con la Casa Común como con la participación de la
comunidad de fe. El Secretario Ejecutivo de la Red Eclesial Pan-Amazónica –
REPAM, destaca su esperanza de que el "Sínodo ayude en las limitaciones y
fracasos de nuestras sociedades occidentales, de acumulación, dominación,
extracción, por así decirlo... el futuro del planeta depende de cambiar
nuestros modos, de grandes enseñanzas para nosotros".
Continúa leyendo la entrevista a través de este enlace.