Los judíos murmuraban porque había dicho que era el
pan bajado del cielo; y decían: —¿No es éste Jesús, el hijo de José? Nosotros
conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo dice que ha bajado del cielo? Jesús
les dijo: —No murmuréis entre vosotros. Nadie puede venir a mí si antes no lo
atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré el último día. Los profetas han
escrito que todos serán discípulos de Dios. Quien escucha al Padre y aprende
vendrá a mí. No es que alguien haya visto al Padre, sino el que está junto al
Padre; ése ha visto al Padre. Os aseguro que quien cree tiene vida eterna. Yo
soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y
murieron. Éste es el pan que baja del cielo, para que quien coma de él no
muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Quien coma de este pan vivirá
siempre. El pan que yo doy para la vida del mundo es mi carne.
Jn. 6, 41-51