En la fiesta de Santa Teresa de Calcuta compartimos este artículo de
Espiritualidad Ignaciana:
Al parecer tres figuras religiosas fueron fuente de inspiración para
la madre Teresa desde su juventud: San Francisco de Asís (por el escenario de
la pobreza en que vivió), San Ignacio de Loyola (inspirándose directamente en
él en el tema del discernimiento, del examen diario y en su pretensión de
llegar a ser “contemplativo en la acción”); y Santa Teresa del Niño Jesús
a través de su precioso libro autobiográfico titulado Historia de un alma.
El influjo de San Ignacio llegaría a través de tres jesuitas que
la acompañaron en diversos momentos de su vida. El primero fue el
croata P. Franjo Jambrekovich, párroco de la parroquia del Sagrado
Corazón de Skopie, a la que asistía frecuentemente con su madre. Allí se
empapó del mejor espíritu misionero alentado por él y apuntando ya a las
misiones de ultramar y en concreto a la lejana Bengala, donde habían ido
ya un grupo de jesuitas croatas y eslovenos compañeros del párroco, con los que
mantenía una estrecha relación de amistad y ayuda. Este espíritu misionero fue
calando profundamente desde su infancia convirtiéndose en el motor principal de
toda su vida.
Posteriormente recibió la orientación del P. Edward Le
Joly, jesuita belga, del que citamos este párrafo alusivo al voto de perfección
que a nivel privado había hecho Teresa, bajo pena de pecado mortal, de no
negarle nada al Señor: “Responde a todas sus mociones sin rechistar. Obedece.
No piensa en ella misma, todo lo hace por Él”.
Más tarde le ayudará el P. Celeste Van Exem, amberiano
establecido en Calcuta, sobre todo en la larga e intensa noche oscura en la que
Madre Teresa vive y trabaja. El P. Van Exem está considerado
también como el cofundador oficioso de la Congregación de las
Misioneras de la Caridad, por lo mucho que le ayudó en todo el proceso, pues
era experto en Derecho canónico y en inculturación de la fe en contextos no
europeos.
Buen oficio este de guía, acompañante, director espiritual, al que
muchos jesuitas se suelen ofrecer, muy valorado por todo tipo de personas que
quieren avanzar en su deseo de ser fieles al Señor.