SONRÍE Y NO DES POR PERDIDO NINGÚN MOMENTO DE LUZ


En el Evangelio del segundo domingo de Cuaresma Jesús disfruta y hace disfrutar a sus amigos. Gozan de la luz, de esos momentos que la vida nos regala de vez en cuando en que nos sentimos realmente a gusto, centrados, auténticos, vivos, capaces, felices…
Algunos te dirán que fueron imaginación tuya, otros que son excepciones y la vida no es así… Pero otros, como Jesús, te pedirán una y otra vez que los recuerdes, que no lo olvides, que lo grabes a fuego en tu corazón.
¡No des por perdidos tus momentos de luz y gozo y así no perderás nada de lo que vivas en ellos! En momentos de dificultad y oscuridad esos momentos, esas experiencias, son un verdadero faro para seguir adelante. La esperanza de un tiempo mejor, un trabajo mejor, una relación mejor, una familia mejor, una vida mejor… se sostiene con esa luz que nosotros sabemos que es real porque ya hemos vivido en primera persona un “poquito” de ellas, un destello…
No fue una alucinación. No des por perdido el futuro. No des por perdida la belleza, la gratuidad, el gozo… Aunque ahora estés amarrado a alguna cruz o veas que el vía crucis está cerca…