Las tres Personas divinas, contemplando
a toda la humanidad tan dividida por el pecado, deciden darse completamente a
los hombres para liberarlos de todas sus cadenas. Por amor, el Verbo se encarnó
y nació de María, la Virgen pobre de Nazareth [PPGG 1].
Así comienzan los Principios Generales
de la Comunidad de Vida Cristiana. Y lo hacen con la contemplación de la
Encarnación que San Ignacio propone en sus Ejercicios Espirituales. Por ese
motivo el día 25 de marzo toda la CVX celebramos nuestro Día Mundial, nuestra fiesta, en la que seguimos
renovando nuestro deseo de colaborar en la iniciativa de Dios de darse
completamente a los hombres para liberarlos de todas sus cadenas.
Pero, ¿qué es la CVX?
La Comunidad de Vida Cristiana es una
vocación que reúne a laicos que intentan buscar y hallar a Dios en todas las
cosas, en medio del mundo. Con los pies firmemente apoyados en la realidad
concreta que nos rodea, pero también con la mirada dirigida al horizonte,
siempre en búsqueda y siempre abiertos a la voluntad del Señor. Con sencillez y
con todas nuestras limitaciones, pero desde la fortaleza que da la comunidad.
En CVX no formamos comunidades, sino que
todos somos parte de una única Comunidad Mundial, con expresiones concretas
locales, adaptadas a nuestros contextos, bien distintos en lugares del mundo
muy alejados geográficamente, pero muy unidos en nuestra vocación apostólica,
de servicio al mundo.
Como comunidad en movimiento, en camino,
desde este mirar al mundo como Dios lo mira, discernimos juntos, enviamos a la
misión y en ella nos acompañamos y evaluamos mutuamente.