Teniendo en cuenta que como miembros de la CVX en
Salamanca todos nosotros deseamos seguir las recomendaciones del Consejo
ejecutivo de la CVX en España para la preparación de la Asamblea Nacional y ayudarnos
unos a otros a cumplir “… Que la CVX de
España, desde todos los puntos de su geografía, pueda (…) sentir y vivir que
juntos nos ponemos a la escucha del Espíritu para buscar y hallar la voluntad de Dios”; y que, además y
especialmente, CVX en Salamanca es la comunidad local de acogida de la Asamblea
(que somos los encargados de preparar el lugar y la mesa para nuestra reunión
con Aquel cuya voluntad queremos buscar y hallar juntos), al equipo de Espiritualidad
de la CVX en Salamanca nos pareció una buena idea que todos tuviéramos un
objeto común que nos pudiera recordar cotidianamente, de forma sencilla, que estamos
juntos en tiempo de Asamblea. Por eso preparamos una pequeña tarjeta (muy
portátil), con una cara impresa y la otra en blanco (una cara igual y común a
todos, y la otra “personalizable”, para recordarnos que estamos y somos “unidos
en la diversidad”, que “hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un
mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios, que obra todo
en todos”).
La cara impresa de la tarjeta lleva el texto de la
carta del Consejo Ejecutivo de CVX-E citado más arriba y una foto parcial del
exterior de la Catedral de Salamanca.
El TEXTO, para ayudarnos a pedir y sentir YA y AQUÍ que
estamos en comunión con todos los miembros de CVX-E en la preparación de la Asamblea.
La FOTO, porque la Asamblea será en Salamanca y somos
la CVX en Salamanca: Salamanca es nuestro “punto de la geografía” y la silueta
de su Catedral es, precisamente, el elemento que la identifica en el logo de la
Asamblea. En la tarjeta pusimos la foto, y no la silueta, para recordarnos que
estamos llamados a vivir y servir en una realidad concreta, para pedir verla
como es, como Él la ve.
Además, elegimos justamente esa foto por lo que se ve
y no se ve en ella:
Se ve un árbol de la plaza, pero no cualquier árbol:
el cedro del Líbano que está en primer plano nos evoca la Asamblea Mundial de 2013,
y nos recuerda también que nuestra Asamblea nace y crece de sus raíces: nuestro
lema “Servir en las fronteras: nuevos retos, nuevas respuestas” es la
concreción orada para España de lo allí dispuesto y de su lema (“Desde nuestras
raíces hacia las fronteras”). Líbano 2013 forma parte ya de nuestras raíces (es
ya una parte del árbol de CVX desde la cual seguir creciendo) y está “del lado de
acá”, en lo que vemos cuando miramos y nos encaminamos hacia la Catedral de
Salamanca.
Se ve el exterior de la Catedral con una de sus
puertas, aún cerrada. El interior simboliza los días de la Asamblea del verano
y el exterior el camino hasta ellos: estamos preparándonos para llegar “a la
casa de Señor”. El tiempo de Asamblea comenzó hace meses: desde entonces estamos
cantando el “Veni, Creator Spiritus”. Queremos preparar -y luego celebrar-
nuestra Asamblea siendo conscientes de ir hacia -y luego de estar en- la casa
de Dios (junto a María, aquí nuestra Virgen de la Vega). Al ver la Catedral
queremos también recordarnos que somos templo del Espíritu Santo, para que nos
escuchemos (personal y comunitariamente todos ahora y luego, representados en
nuestros delegados) y escuchemos al Espíritu, descalzándonos por pisar tierra
sagrada.
No se ve el interior de la Catedral (lo que se vivirá
en la Asamblea). Y, además, no se ve lo que quienes vivimos en Salamanca
también sabemos y agradecemos: que la Catedral es un lugar de paso. Más de una
vez la hemos utilizado para “pasar” de un lado a otro: entramos por una puerta
y salimos por otra al otro lado (y así acortamos camino, nos resguardamos del
frío o del calor según las estaciones, y disfrutamos de la belleza de su
interior al hacerlo). La vemos ahora “desde este lado”, desde donde está el
cedro del Líbano, pero miramos a la Catedral (a la Asamblea) y caminamos hacia
ella para atravesarla, para “pasar la CVX por Dios”: estamos en camino para
entrar por una puerta y salir por otra tras haber puesto y sentido todo nuestro
ser dentro de (en, con, por, para) el Ser de Dios.
Por último, no se ve lo que hay detrás de la Catedral
(no sabemos todo lo que encontraremos después de la Asamblea), pero se ve el
cielo, azul y con nubes. Un cielo con nubes y claros sobre lo que vemos y
también sobre lo que no vemos y sabemos que está: nos evoca lo nuevo, el
futuro, lo que nos espera después de Salamanca 2014, donde habrá nubes (momentos
duros, de oscuridad; momentos de sombra, o quizá de encuentro con Dios en lo
incomprensible) y sobre todo luz, la LUZ que recibiremos y la LUZ que queremos y
que pedimos que la CVX en España pueda sentir, vivir e irradiar, tras la Asamblea,
“en todos los puntos de su geografía”.
Y, en fin, y sobre todo, queremos también recordarnos
y desearnos con esta tarjeta… vivir
alegres y con ilusión, YA y AQUÍ, el estar preparando juntos la casa y la mesa de
Salamanca 2014 y estar disponiendo juntos el lugar de lo que habrá en su centro,
porque “el centro de nuestra Asamblea será la MISIÓN y desde ella analizaremos,
evaluaremos, discerniremos y decidiremos todo”.