CELEBRACIÓN COMPROMISO PERMANENTE


Uno reconoce que ha vivido a fondo, que se ha entregado generosamente, que ha dado mucho; pero, aún así, por poco honesto que sea consigo mismo, descubre como un resto de insatisfacción todavía no exorcizado, una insobornable sensación de que algo falta, de que esa carta que uno guarda disimuladamente bajo la manga tiene también que entrar en el juego, si no quiere que le quede fijada en el rostro esa sonrisa que muestra sólo la mitad del alma.
Y no me refiero a esas reservas legítimas y hasta necesarias (si uno no quiere fundirse más que darse); me refiero a esas reservas mezquinas, esa calderilla existencial que guardamos en una caja, no como acopio para darse mejor, sino como reserva para no darse tanto.
Me refiero a nuestro tiempo sagrado, a nuestro espacio inviolable, a nuestras manías intocables, a nuestros secretos irrevelables, a nuestros pequeños vicios inconfesables, y también a las mentiras que decidimos creernos para blindar esos “fondos” de toda injerencia ajena y de toda conversión posible.
Es entonces cuando caes en la cuenta de que ese tipo de reservas son trampas que nos tendemos a nosotros mismos, como aquél que por miedo a caer en una trampa cae en otra mayor. 
Si alguien te dice que a los cuarenta te desengañas, no le creas: no es que te desengañes, sino que ya no te engañas, que no es lo mismo. Por supuesto, uno puede seguir engañándose durante cuarenta años más, pero no vale la pena.
Aún estamos a tiempo de echar esa calderilla existencial sobre la mesa y sumarla al resto. Poco o mucho, eso es lo que tenemos y eso es “todo” lo que podemos ofrecer. Quizá no más, pero tampoco menos.
Marc Vilarassau sj


Con gran alegría os anunciamos, e invitamos a, la celebración del Compromiso Permanente en la CVX de Mª Ángeles Pérez Lancho, el próximo domingo 8 de junio, fiesta de Pentecostés, a las 18 h. en la Capilla de San Estanislao de Kostka (Capilla de las Vidrieras - Jesuitas)