Queridos jóvenes, Jesús nos pide que
respondamos a su propuesta de vida, que decidamos cuál es el camino que
queremos recorrer para llegar a la verdadera alegría. Se trata de un gran
desafío para la fe. Jesús no tuvo miedo de preguntar a sus discípulos si
querían seguirle de verdad o si preferían irse por otros caminos (cf. Jn 6,67).
Y Simón, llamado Pedro, tuvo el valor de contestar: «Señor, ¿a quién vamos a
acudir? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68). Si sabéis decir “sí” a
Jesús, entonces vuestra vida joven se llenará de significado y será fecunda.