ECOS DE LA ASAMBLEA EXTRAORDINARIA DE CVX EN ESPAÑA

“Estos son mi madre y mis hermanos”. Esta frase del evangelio repetida por algunos delegados resumiría muy bien el clima de nuestra pasada asamblea, el sentimiento de formar todos parte de la misma familia y de haber sido enviados para cumplir de la mejor manera posible la tarea que se nos había encomendado.
El encuentro se desarrolló teniendo siempre presentes las pautas que muy sabiamente dio la guía de la asamblea, Isabel Santos (nuestra compañera de cvx-Salamanca) al comenzar la mañana del sábado, pautas para la disposición de los delegados como la honestidad con uno mismo, escuchar con apertura al otro, buscar la indiferencia para desprendernos de prejuicios personales o buscar la receptividad, aceptando que pueda cambiar nuestro punto de vista personal en bien de la comunidad. También ayudaron a situarnos las palabras de Alfonso, nuestro presidente, al inicio de la asamblea para disponernos a ser delegados de CVX-E que han de decidir en asamblea lo que es mejor para ella y no tanto enviados de las comunidades locales. Y también ayudó mucho la presencia de nuestra presidenta mundial, Daniela Frank, por cuanto representaba el apoyo de la comunidad mundial. Especialmente emotiva fue su presentación de la situación de la comunidad mundial, señalando lugares donde están naciendo con fuerza nuevas comunidades, como es el caso de Vietnam. Durante la asamblea estuvo como una más, con la que podías conversar porque habla nuestro idioma bastante bien. Sólo intervino en la asamblea, muy oportunamente, en momentos puntuales cuando nos habíamos atascado en algún tema, aportando su experiencia y conocimientos de la realidad mundial. Dí gracias a Dios por ella y sentí que estábamos en buenas manos ante los retos que nos quedan por delante.
El sábado por la mañana supuso la composición de lugar de la asamblea; es decir, desde dónde nos situamos, antes de entrar a analizar propiamente nuestros Estatutos y Normas Internas. La oración de la mañana dirigida por la guía de la asamblea nos invitaba a descubrir a Dios en cada gesto y en cada hermano. Aurora, nuestra Vicepresidenta, hizo una preciosa descripción sobre lo que supone sentirnos y vivirnos como cuerpo apostólico: “ un cuerpo que une lo diverso y reúne lo disperso, donde se visualiza la unidad en la diversidad y que constituye una gracia del Señor, algo a lo que estamos llamados y que apenas está formulado. Más adelante, José Mª. Galán, miembro del Consejo Ejecutivo, nos presentó lo que significa para CVX ser asociación pública de fieles de Derecho Pontificio y que podríamos resumir en agradecimiento y responsabilidad. Agradecimiento porque es la misma Iglesia la que confía a la CVX la misión de cuidar y ofrecer a otros nuestro propio carisma como laicos de espiritualidad ignaciana, enriqueciendo así a toda la Iglesia, y responsabilidad para saber estar a la altura de lo que la propia Iglesia espera de nosotros.
El sábado por la tarde lo dedicamos a examinar la propuesta de Estatutos y las enmiendas que se habían presentado. La dinámica consistió en una breve presentación de la enmienda por la comunidad proponente, breves turnos de palabra a favor y en contra de la enmienda y por último dejar establecida claramente para la votación las distintas opciones que se presentaban. Aquí hay que destacar la gran labor de moderación de la asamblea que realizó Mariano, compañero de la comunidad de Sevilla, dando palabras, procurando que los delegados no divagaran y retirando palabras cuando se hacía necesario. Fue una labor en cierto modo ingrata pero, precisamente por eso, fue muy valorada y agradecida por todos los delegados y a Mariano ya se lo rifan por ahí para otros encuentros y asambleas. Tras una hora para la reflexión personal se procedió a la votación de las enmiendas. En este momento, mientras el Consejo y los coordinadores regionales hacían el recuento de la votación, el resto de delegados procedimos a la degustación de productos típicos de cada ciudad, por nuestra parte llevamos rosquillas de Ledesma y obleas de Cipérez, que fueron muy apreciadas por los comensales. Y cuando la cosa mejor estaba, se nos llamó a los delegados a una nueva votación sobre dos cuestiones en las que había habido empate. Desecho el empate, se realizó una votación sobre todo el proyecto de Estatutos, incorporando las enmiendas que habían sido aceptadas, y sobre las once y media de la noche nuestros Estatutos fueron aprobados por unanimidad de todas las comunidades. Yo no tengo mucha experiencia en asambleas CVX pero me da la impresión de que esta unanimidad no es tan fácil de conseguir, por lo que estoy seguro que la mano del Espíritu estuvo detrás de todo esto, algo así como en Pentecostés, y el trabajo tan impresionante del Consejo Ejecutivo, a cuyos miembros di la enhorabuena en nombre de todos vosotros. Especialmente emocionado estaba nuestro presi nacional, como no era para menos.
El domingo por la mañana, con la alegría del día anterior pero con la incertidumbre por lo complicado que era el trabajo que se nos presentaba, pedimos en la oración comunitaria que el Señor nos diera un corazón transparente como el suyo, libre de apegos y prejuicios. Más adelante pasamos a abordar las Normas Internas con la misma dinámica que los Estatutos, solo que esta vez la votación se hizo artículo por artículo. Quedó fuera de la votación la parte relativa a la corresponsabilidad económica porque dada la complejidad del tema y el número de enmiendas presentadas no daba tiempo a debatirlo en este momento. En este caso la asamblea autorizó al Consejo Ejecutivo a su regulación provisional hasta la próxima asamblea. Más adelante se procedió a la votación del conjunto del texto de las Normas Internas de Funcionamiento con las enmiendas aprobadas incorporadas al texto y se consiguió aprobarlas también por unanimidad. Parece que la petición del comienzo de la mañana surtió efecto.
La asamblea concluyó con una Eucaristía de acción de gracias presidida por el Provincial de España de la Compañía de Jesús, Francisco José Ruiz. En la Eucaristía ofrecimos lo que constituye nuestra identidad como comunidad: el libro de los Ejercicios que representa el espíritu del cuerpo, los Estatutos y Normas Internas aprobados que representan la identidad que nos vamos dando y una sudadera de la experiencia Magis que representa la misión a la que hemos sido llamados comunitariamente.
Creo que ahora no es el momento de enumerar las cuestiones concretas que fueron aprobadas y cuántas enmiendas nuestras lo fueron porque ya habrá ocasión para hacerlo con más calma, sólo deciros que muchas de las enmiendas que presentó la comunidad de Salamanca para mejorar la redacción del texto fueron incorporadas directamente en el segundo borrador que se nos entregó, otras que eran más de fondo fueron aprobadas y otras no. También tengo que confesaros que voté en contra de alguna enmienda que habíamos presentado nosotros porque creí que era mejor otra que habían presentado otras comunidades y porque nuestro presidente local me dio libertad para actuar según lo creyera conveniente. En todo caso, la sensación final que me queda es que hay mucho de nosotros en estos textos, como también lo hay del resto de las comunidades y del Consejo Ejecutivo y que entre todos hemos hecho unos textos que van a regir nuestra vida comunitaria para los próximos años. Creo que en esto puede consistir el éxito de esta asamblea, ser concientes de que los delgados no íbamos a defender nuestra posición como fuera sino a buscar aquello que fuera lo mejor para la comunidad en su conjunto.
Por último, sólo me queda daros las gracias por haberme elegido para ser vuestro delegado en esta asamblea, ha sido un gran privilegio haberos representado y espero haber estado a la altura en un momento especialmente importante para CVX España. El hecho de ser una asamblea sobre asuntos normativos no me ha impedido vivirla como una auténtica experiencia comunitaria. En el fondo de lo que se trataba era de plasmar en normas lo que el Señor quiere de nosotros. Para terminar deciros que siento que Nieves no pudiera ir a la asamblea por motivos familiares pero tanto a ella como a Mayte debemos estarles muy agradecidos por el gran trabajo que han hecho en la elaboración de las enmiendas.
Un abrazo a todos,
Vicente Garrido.