El sábado 24 de septiembre concluyó la V Semana de Pastoral: “Mira que hago un mundo nuevo” (Ap 21,4) con la celebración de una gran asamblea diocesana en la que se han presentado las conclusiones de los 15 talleres que se han desarrollado a lo largo de estos días así como las prioridades pastorales de la Diócesis de Salamanca para el nuevo curso 2011/2012. Tres van a ser las grandes líneas de trabajo en la Diócesis a lo largo de este curso:
1) Potenciar en nuestra Diócesis una Nueva Evangelización. Se trata de anunciar, de manera renovada, por todas partes, a todas las gentes y en todo tiempo, a Jesucristo el Señor, Hijo de Dios vivo, Buena Noticia para todos y Salvador del Mundo. Para llevar a cabo este objetivo, se propone leer, estudiar, comentar y trabajar, dándolos a conocer, los “Lineamenta” de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, sobre “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, elaborados por la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, Roma 2 febrero 2011.
2) Acoger la Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia. Para ello se proponen dos objetivos. En primer lugar, que toda institución eclesial busque una acción pastoral sobre la Palabra de Dios y, segundo, la lectura y conocimiento de la Exhortación Postsinodal “Verbum Domini”. Escoger alguna de las muchas propuestas pastorales que sobre la Palabra de Dios sugiere el documento.
3) Impulsar y revitalizar la Pastoral Juvenil diocesana. Impulsar en cada ámbito eclesial, con renovado esfuerzo, una pastoral juvenil que, conociendo a los adolescentes-jóvenes actuales y en cercanía a ellos, les lleve al conocimiento de Jesús y su Palabra, iniciándoles a la Eucaristía y a la oración, para ayudarles a descubrir su vocación en la iglesia y en la sociedad. Todo ello uniendo fe y vida en un proyecto cristiano que les conduzca al servicio de los pobres y a encauzar su vida en un compromiso por la verdad y la justicia en el mundo.
Además de estas prioridades, a lo largo del curso pastoral se seguirá trabajando en dos de las apuestas del pasado curso: continuar instaurando en cada punto de nuestra Diócesis el catecumenado de adultos, así como la publicación de un Directorio diocesano para las celebraciones dominicales en ausencia de presbítero.