Hay mucha gente que desde hace tiempo está trabajando para hacer que Magis sea una experiencia en la que 3000 jóvenes de espiritualidad ignaciana se encuentren, a través de diversos medios y actividades, con el Señor.
Nos ilusiona pensar que Magis puede ser un momento importante en la vida de muchos jóvenes, en el que puedan encontrar un sentido a su vida, sentirse Iglesia, descubrir el rostro de Dios en los demás, conocerse un poco mejor, compartir y celebrar con otros su fe, acercarse a otras realidades, rezar para descubrir qué sueña el Señor para ellos... ¿no resulta estimulante trabajar en algo así?
Pensar en que estas cosas, y otras muchas más, pueden darse en Magis 2011, nos hace trabajar con ilusión, con mucha ilusión. Y bien ¿cómo se organiza todo esto?
Una vez al mes se juntan representantes de los distintos equipos que se encuentran detrás de la preparación de Magis 2011. Asisten a estas reuniones los miembros de la Oficina Central de Magis 2011, los delegados de cada una de las provincias que participan directamente en la organización de Magis 2011 (Aragón, Bética, Castilla, Loyola, Portugal y Tarraconense), representantes de las Órdenes Religiosas Femeninas de Espiritualidad Ignaciana y los equipos de Comunicación, Música y Liturgia.
En la Oficina Central, situada en Madrid y que lleva funcionando desde octubre de 2009, se encuentra el director del proyecto Abel Toraño SJ, con los gestores que se encargan de los temas de financiación y logística y la directora adjunta, que es la persona que se encuentra detrás del correo info@magis2011.org
Durante el curso pasado el esfuerzo se concentró sobre todo en idear y preparar las experiencias y en establecer contactos internacionales para que vinieran personas de todo el mundo. Ahora toca concentrarse en los encuentros y eventos más grandes, la gestión de las inscripciones de los peregrinos y la coordinación de toda la experiencia. Se van detectando las necesidades y se van delegando en grupos de gente que se ofrecen voluntarios.
Y entre medias, un sin fin de llamadas, correos electrónicos y conversaciones en las que se cuida cada detalle para que de verdad sea una experiencia increíble. Estamos poniendo todo de nuestra parte, con nuestros aciertos y con nuestros errores, para que todo “funcione”. Todo lo demás...se lo dejamos al Señor.