
Ignacio seguía al Espíritu
no se adelantaba.
De ese modo,
era conducido con suavidad
a donde no sabía.
Poco a poco,
se le abría el camino,
y lo iba recorriendo.
Sabiamente ignorante,
puesto sencillamente
no se adelantaba.
De ese modo,
era conducido con suavidad
a donde no sabía.
Poco a poco,
se le abría el camino,
y lo iba recorriendo.
Sabiamente ignorante,
puesto sencillamente
su corazón en Cristo.
Jerónimo Nadal sj
Daremos gracias al Señor por la vida de Ignacio de Loyola uniéndonos a la eucaristía de 21 h. en la Parroquia del Milagro de San José.